La investigación profundizó sobre el extracto ceroso de la corteza de pino radiata para la industria cosmética, con una evaluación fisicoquímica y toxicológica.

Daniel Sandoval culminó exitosamente sus estudios en el Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). De esta manera, se convierte en el primer graduado del programa de estudios, que comenzó en el 2018.

“Evaluación fisicoquímica y toxicológica de extracto ceroso de la corteza de Pinus radiata D. Don con potencial cosmético”, fue el nombre de la tesis de Daniel Sandoval y contó con el apoyo del Dr. Matías Hepp (Facultad de Medicina UCSC) como director y la Dra. Daniela Morales como co-directora (Facultad de Ciencias UCSC). Los principales resultados fueron publicados en la revista Industrial Crops and Products.

“El principal desafío de la investigación fue lograr comprobar que a un desecho de la industria forestal (corteza) se convierte en una materia prima y que se le podría dar un uso, lo que no fue tan simple, ya que requiere de identificación, caracterización para entender la potencial aplicación desde el punto de vista químico, físico y toxicológico”, explicó el Dr. Daniel Sandoval respecto al origen de la investigación.

Cabe destacar que la cera de la corteza de pino radiata no se había utilizado de esta manera, con potencial para la industria cosmética. “Este biorecurso tenía otros fines, se utiliza para quemar, como sustrato de jardinería, se hacen adhesivos, también aplicaciones industriales. A la cera de pino no se le ha dado un uso masivo, teniendo una materia prima de gran disponibilidad”, explicó.

Principales resultados

Parte de la metodología se desarrolló en primer lugar en el laboratorio de química, ensayando de diversas maneras secar y moler la corteza del pino radiata, utilizando solventes y analizando extracciones químicas. Luego, vino una segunda etapa vinculada a los análisis fisicoquímicos, analizando la densidad, viscosidad, punto de fusión, entre otros aspectos. “Uno de los parámetros importantes a estudiar era cómo estas ceras se disuelven. Ya que, estas ceras no son afines al agua, por lo tanto, tuvimos que analizar también la emulsificación, para conseguir una solución uniforme. También, las analizamos desde el punto de vista de la toxicidad”, comentó el Dr. Daniel Sandoval logrando descubrir que habían ceras que por determinados procesos extractivos no eran tóxicas para células de piel humana, y por lo tanto se consiguió una sustancia que sirve para la industria cosmética.

El principal resultado fue identificar cómo se obtiene de manera eficiente la cera desde la corteza de pino radiata. También se logró establecer parámetros para conseguir mayor rendimiento de extracción, o sea más cera por gramo de corteza. A través de los distintos procesos extractivos, se identificaron resultados de ceras que son más inocuas para la piel y otras que son más tóxicas.

El Dr. Daniel Sandoval rescata la experiencia como positiva durante todo el proceso del doctorado, el que comenzó en 2018, como parte de la primera cohorte de este programa de estudio. “Ha sido un crecimiento personal muy importante, he trabajado con gente brillante y admirable, no solamente los profesores, sino que personal de investigación. Además interactué con investigadores de diversas disciplinas y ese enriquecimiento es muy positivo, ya que entrega las herramientas necesarias para plantearse como investigador. Encontré un espacio profesional para desarrollarse muy virtuoso”, concluyó.

Daniel Sandoval es ingeniero civil en biotecnología de la Universidad San Sebastián, luego continuó sus estudios para obtener el grado de Magíster en Docencia Universitaria de la Universidad del Desarrollo. Parte de su trayectoria laboral incluye su empresa llamada El Avellano, ligada a la biocosmética, además de la docencia universitaria y la gestión de la investigación.

“El Doctorado nos permite abrirnos a diversos temas y eso es potente, en lo personal, me permitió entender el lenguaje de los investigadores, cuando hacen referencia a un artículo, a una línea de financiamiento o una metodología analítica. Mi meta es llegar a ser investigador, no sé cuánto me demoraré, pero esa es mi meta”, concluyó respecto a sus siguientes pasos.