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Investigadora obtuvo la acreditación de Directemar, con la que busca potenciar la investigación marina y motivar a más investigadores e investigadoras a asumir este desafío.
Con notable orgullo y satisfacción, la Dra. Sara M. Rodríguez, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) se certificó como patrona de nave menor. Se trata de la primera mujer en la UCSC en conseguir este respaldo, el que le permitirá navegar y realizar labores de investigación, observación y muestreo en terreno.
La certificación otorgada por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante de la Armada de Chile (Directemar), autoriza a manejar lanchas y botes a motor hasta 12 metros de largo, con fines ya sea comerciales o de investigación.
Es la segunda oportunidad en que la académica obtiene esta licencia. Ya en 2007 realizó el curso por primera vez cuando trabajaba en Sernapesca, considerando contenidos teóricos y prácticos. “Esta licencia tiene una duración y no la renové. Ahora, dado mi trabajo de monitoreo mensual de aves y mamíferos marinos en la Península de Hualpén con la Facultad de Ciencias UCSC, surgió la posibilidad de que pudiera renovar esta licencia, con la idea de mantenerla en el futuro”, comentó.
De esta manera, la Dra. Rodríguez rindió la prueba teórica en la Capitanía de Puerto San Vicente, Talcahuano. Parte de las temáticas que incluye esta evaluación están relacionadas con aspectos meteorológicos, conocimientos de manejo de una lancha, mecánica, primeros auxilios, seguridad y manejo operacional a bordo.
La Facultad de Ciencias UCSC cuenta con dos patrones de nave menor: Segundo Escobar y José Cruz. Sumar a un tercer miembro capacitado viene a robustecer las necesidades de investigación y de docencia. “En todas las salidas a terreno practico con ambos y esto me da mayor seguridad y confianza para realizar las salidas en la Península de Hualpén, que no es menor”, agregó.
Trabajo en la Península de Hualpén
Parte del recorrido considera desde Caleta Lenga, específicamente su punto de partida es en la Estación de Biología Marina Abate Juan Ignacio Molina y llega hasta la Desembocadura del río Biobío. “Hay viento sur y norte, se sienten las corrientes. Más allá de tener las licencias, se debe tener conocimiento del lugar y de las condiciones meteorológicas. Qué mejor que contar con don José y don Segundo, que son conocedores de la zona y me brindan mayor seguridad y confianza”, explicó la académica.
Mensualmente, la académica ejecuta el monitoreo de aves y de mamíferos marinos de la Península de Hualpén. Se trata de levantar una línea base de la zona, con fines de conocimiento del estado actual de la avifauna del sector. Esto permite conocer la abundancia de aves y mamíferos, los sitios donde viven y las zonas y temporada de nidificación de las aves. “Se sabe que existen, pero no se sabe la cantidad ni cómo han variado las condiciones de estos organismos en el tiempo. Vamos a cumplir ya tres años con este monitoreo”, agregó.
Parte de las especies que habitan el sector son cormonares, pingüinos, nutrias, lobos marinos, pelicanos, gaviotas, ballenas, delfines, aves migratorias, entre otras.
A futuro, la investigadora piensa apoyar y motivar a otros miembros de la Facultad de Ciencias UCSC que necesiten hacer uso de la lancha, ya sea en docencia o en investigación. “Es importante que las nuevas generaciones tengan la funcionalidad de muestreo en el mar, lo que es fundamental en carreras como la de Biología Marina. La idea es que más investigadoras e investigadores se animan a tener esta certificación”, finalizó.