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Investigación doctoral analizó la redistribución de hábitat para especies de mitílidos de importancia comercial a nivel global y la disponibilidad de larvas en la Patagonia Norte, evidenciando impactos diferenciados a múltiple escalas espaciales y condiciones ambientales.
El cambio climático está alterando el hábitat y los ciclos biológicos de múltiples especies marinas, y los choritos, recurso fundamental para la acuicultura nacional, no son la excepción. Esa fue la premisa que motivó la investigación doctoral de Felipe Torres, recién graduado del Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos (DCBB) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). El estudio fue dirigido por el Dr. Carlos Lara (UCSC), el Dr. Bernardo Broitman (Universidad Adolfo Ibáñez) y el Dr. Neftalí Sillero (Universidad de Porto) como co-tutores.
Existen impactos diferenciados en cuanto a la distribución y reproducción de los choritos. En ese sentido, el Dr. Felipe Torres explica que muchas especies marinas están desplazando sus distribuciones geográficas hacia los polos y cambiando los tiempos en que ocurren eventos biológicos. “En Chile, país acuicultor, comprender cómo estas transformaciones afectarán a los choritos, un recurso nativo y base de una cadena productiva y socio-ecologicas es crucial”, comentó.
Principales resultados
En el primer capítulo de su tesis, el investigador analizó cómo el cambio climático podría afectar la distribución del hábitat de las seis especies más relevantes para la acuicultura de choritos a escala global. Los resultados fueron contrastantes. “El chorito chileno (Mytilus chilensis) mantendría su distribución actual, otras especies como el mejillón del Mediterráneo (Mytilus galloprovincialis) experimentaría una fuerte contracción en el rango de su hábitat y distribución, afectando especialmente la industria de países como Italia y Grecia”, declaró.
El segundo capítulo se enfocó en la disponibilidad de larvas de chorito en la Patagonia Norte, un componente crítico para la industria local. El estudio reveló que eventos como El Niño y La Niña influyen directamente en la abundancia larval, pero de manera opuesta entre el norte y el sur de la región. En concreto, en el norte, El Niño se correlaciona indirectamente y de manera negativa con la disponibilidad de larvas, mientras que en el sur con La Niña ocurre lo contrario.
“Este contraste se debe a la complejidad del sistema de fiordos y canales, donde las precipitaciones, la descarga fluvial y la temperatura del mar responden de forma muy distinta ante un mismo evento climático. Estos hallazgos nos permiten evaluar modelos climáticos ambientales para el área de estudio y, anticiparnos a estos efectos futuros en un sistema socioecológico que combina procesos artesanales e industriales, y que sostiene a numerosas comunidades costeras”, complementó el Dr. Torres.
Además, la investigación destaca el valor ecológico del chorito como especie nativa que filtra y limpia el agua, pudiendo incluso contribuir la reducción de carbono.
Una experiencia formativa integral
Sobre su paso por el DCBB, Felipe destaca que el programa integra de manera sólida las áreas de biodiversidad y biorecursos, dos dimensiones que considera inseparables para el desarrollo sostenible.
“Para construir un futuro sostenible necesitamos integrar ambas áreas, y este programa te entrega herramientas reales para investigar y proponer soluciones concretas a los problemas que enfrentamos como sociedad”, concluyó.