Investigación aplicará la espectroscopía infrarroja para estudiar macrohongos endémicos del Biobío

Por Jean Pierre Molina

La iniciativa, financiada por la Dirección de Investigación UCSC, combina espectroscopía y modelamiento quimiométrico para caracterizar especies como el Boletus loyo, aportando conocimiento para la conservación y potencial aplicación industrial.

“Caracterización espectral y clasificación geo-específica de hongos endémicos de la Región del Biobío mediante espectroscopía MIR-NIR y modelamiento quimiométrico”, es el nombre del proyecto a cargo del Dr. Guillermo Medina. El académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) obtuvo el financiamiento interno de la Dirección de Investigación de dicha casa de estudios, para conducir este estudio durante un periodo de tres años.

Abordar la biodiversidad de macrohongos endémicos presentes en la Región del Biobío es el objetivo de la iniciativa, pero desde el punto de vista de la espectroscopía infrarroja cercana y media (MIR-NIR). “La intención es reconocer patrones en las variables espectrales que discriminen y describan específicamente a cada especie. Cada una de ellas debiese tener un espectro infrarrojo distinto. La idea es identificar cuáles son esas variables y si además cambian según el lugar donde se recolectan”, explicó el Dr. Medina.

Los espectros infrarrojos se relacionan directamente con la composición química de los macrohongos. El estudio ayudaría en un futuro a profundizar en los compuestos bioactivos presentes en estos organismos, utilizando herramientas que permitan su identificación y cuantificación desde estos espectros infrarrojos. “A futuro, quisiéramos construir un modelo basado en aprendizaje automático o quimiometría que nos permita identificar y cuantificar estos compuestos bioactivos de una manera más fácil y rápida”, comentó el investigador.

Una tecnología innovadora

La espectroscopía infrarroja se basa en irradiar una muestra, que en este proyecto son los macrohongos, con energía lumínica del rango infrarrojo. En este proceso, los compuestos químicos del hongo absorben una parte de esta energía lumínica donde, lo que no es absorbido es transmitida a un detector, el que identificará en qué longitud de onda la muestra absorberá más energía.  Esta técnica es menos invasiva que otras alternativas como la cromatografía. “Con esto obtenemos un gráfico con las intensidades de absorción a distintas longitudes de onda y es ese patrón el que está relacionado con la composición química del hongo. Esta técnica tiene la ventaja de ser más rápida, menos costosa y tampoco es destructiva. A través de ella podemos obtener mucha información sin destruir la muestra”, complementó.

Respecto a la importancia de la temática, cabe destacar que los compuestos bioactivos tienen aplicación en diferentes industrias. En la primera etapa de esta investigación se espera obtener los gráficos espectrales o espectros, identificar estos patrones, construir una biblioteca espectral para los macrohongos de la Región del Biobío y luego utilizarlos para la profundización del estudio de los compuestos bioactivos. “Estos compuestos bioactivos tienen importancia principalmente nutricional y farmacéutica. Si bien se conocen muchas de estas propiedades, hay ejemplares que todavía no se utilizan o que no se estudian. La idea es abordarlo e incluso a futuro, podría llegar a ser escalable a especies que se encuentran en otras regiones del país”, añadió el Dr. Medina.

Sobre sus impresiones respecto a obtener el financiamiento, el académico se mostró agradecido de la oportunidad, señalando que “es muy gratificante que la UCSC se interese por esta investigación y que puedan apoyar este tipo de investigaciones que son exploratorias para luego postular a concursos externos con mayor financiamiento. Como primer paso es fundamental”.

El proyecto considera la colaboración con investigadores de otras universidades de la región y de países de Latinoamérica y Europa. Ya en este primer año trabaja junto a la Dra. Carola Figueroa de la Universidad del Biobio, el Dr. Yakdiel Rodriguez-Gallo de la Universidad del Salvador y el Dr. Jordi Cruz de la Escola Universitària Salesiana de Sarrià de Barcelona, además del estudiante tesista Nicolás Aburto de la carrera de Química Ambiental UCSC, quien está apoyando en las etapas de conseguir muestras y ejecutando análisis.

Cabe señalar que los primeros trabajos de muestreos se están realizando con los hongos estacionales de otoño como digüeñes (Cyttaria espinosae), champiñon silvestre (Agaricus campestris), changle (Ramaria spp.) y boleto anillado (Suillus luteus), pero el principal interés es el estudio del hongo Boletus loyo, un macrohongo endémico de Chile de temporada otoñal. “Es un hongo comestible y de gran tamaño, por lo que es muy apetecido. Eso lo ha llevado a ser sobreexplotado, debido a los procedimientos de extracción. Además, es muy dependiente de ciertos tipos de suelos y bosques nativos, por lo que su reproducción es difícil”, complementó.

La iniciativa será un aporte al conocimiento de macrohongos, donde se estima obtener muestras de manera controlada en zonas como Nonguén, Cordillera de Nahuelbuta y bosques cercanos a Curanilahue, entre otros.